Para 1880 la ciudad estaba creciendo en población, en color, en distracciones. Ya se podía disfrutar de una cerveza de alguna pequeña fábrica que iniciaba, o importada como la Cervecería Schnaider de San Luis Missouri.
Conforme fue creciendo Monterrey en el siglo XX, se fueron estableciendo cantinas entre las fábricas, comercios y hogares. Algunas de ellas se arraigaron en las tradiciones de la ciudad.
Lontananza, Mi Ranchito, Zacatecas, Indio Azteca, 1900, Nuevo Aguacate, La Favorita, El progreso, Pilo´s bar y el Ray Bar, nos van contando sus historias y razones por las que se han vuelto parte de la ciudad, condorme nuestro personaje, herido de amor las va frecuentando.